Allanamiento policial a un enfermero palestino en Berlín: un relato de vulneración de derechos

Mohammad, un enfermero palestino residente en Berlín y activista pro-Palestina, dedica su tiempo a visibilizar la persecución y criminalización que sufren los palestinos y los activistas a favor de su causa en la ciudad. El pasado 30 de septiembre, mientras trabajaba en su turno nocturno, Mohammad se enteró a través de los medios de comunicación de una serie de allanamientos llevados a cabo por la policía y equipos SWAT en domicilios de palestinos y activistas pro-Palestina.

Por Bernardo Fauci

Al llegar a su casa, Mohammad descubrió que su llave no funcionaba. Sorprendido, pronto se dio cuenta de que la cerradura de su departamento había sido cambiada por la policía, sin dejar notificación, carta o aviso alguno sobre el allanamiento. Desconcertado, llamó a la policía para obtener más información, y se le indicó que debía presentarse en una comisaría lejos de su domicilio para recoger las llaves de la nueva cerradura.

Una vez dentro de su hogar, Mohammad descubrió que la policía había confiscado su computadora portátil y un teléfono móvil. Además, su gata, por la que estaba visiblemente preocupado, mostraba signos de haber sido maltratada y se encontraba en estado de trauma.

Tras varios llamados, Mohammad fue informado del motivo del allanamiento: la policía sospechaba que había aparecido en un video pronunciando la frase “From the river to the sea, Palestine will be free”, una expresión que actualmente está prohibida en Alemania debido a su controversial interpretación política. Sin embargo, ni siquiera se tiene certeza de que Mohammad realmente estuviera en el video, lo que resalta la debilidad de las bases sobre las que se realizó este operativo y la confiscación de sus pertenencias.

Este caso no es un hecho aislado. Durante el transcurso del año, se han documentado múltiples situaciones similares, incluidas intimidaciones por parte de la policía hacia activistas, en su mayoría palestinos. En algunos casos, los agentes se presentan en sus casas para advertirles que no tienen permitido asistir a determinadas manifestaciones, limitando así su derecho fundamental a la protesta pacífica.

Además, los medios de comunicación alemanes, como Tagesspiegel, Bild y Spiegel Magazine, se han convertido en cómplices activos en la persecución y targeting de palestinos y activistas pro-Palestina. No solo criminalizan a estas personas en sus coberturas, sino que publican fotos y datos personales de los sospechosos, incluso cuando la policía no hace públicos esos detalles, exponiéndolos a riesgos y estigmatización social.

Este incidente no solo resalta la creciente vigilancia sobre la comunidad palestina en Berlín, sino que también plantea serias preguntas sobre el respeto a los derechos individuales, el rol de los medios en este contexto, y el uso desproporcionado de la fuerza en estos procedimientos.