A un año de ser campeones del mundo

Por Editorial Sudestada

Un año pasó, y tal vez este recuerdo nos libere un poco la sonrisa, un abrazo calmo pero necesario ante los tiempos que corren. Porque 12 meses atrás festejamos como pocas veces. Llegaba la final, los nervios y un mes que no terminaba más pero que nos ilusionaba pasito a pasito. Messi y el gran sueño. Un equipo consolidado dentro y fuera de la cancha, y un arquero que ya enamoraba a las infancias. Ese domingo todo fue distinto, hasta el himno sonando cerca de esa Copa tan ansiada y tan difícil de levantar. Los muchachos salieron a comerse el mundo. Un primer tiempo impecable con un 2 a 0 para que Francia se vea desorientado por completo. Y el segundo junto al alargue con el corazón en la mano, y la atajada más importante de la historia de los mundiales, en el último segundo, ante el aire que se cortó por completo para retomar la respiración perdida, y volver a sufrir. Los penales y el abrazo de todo un pueblo que lloró y sonrió al mismo tiempo. Somos campeones del mundo, de la mano de Leo y toda la selección que se fue armando entre achaques ajenos y especuladores exitistas, pero con un equipo que se enfocó en ese sueño. Y levantamos la Copa, frente al mundo, y con la celeste y blanca flameando en lo más alto.
Pasó un año, y recordarlo, volver a festejarlo y emocionarse, quizá nos dé un poco de respiro ante tanta opresión y las piñas que venimos sufriendo. Muchos dirán que es solo fútbol, y los evangelistas de la moral podrán su voz en el cielo ante el festejo de “22 tipos corriendo tras una pelota”, pero aquel 18 de diciembre de 2022 fuimos tan felices…