Por Editorial Sudestada
Otra vez la legislatura porteña con un “acto” para reivindicar al terrorismo de Estado, paradojicamente en el “día contra el terrorismo”, para llevar ahí a este miserable, ex carapintada, que luego de levantarse contra un gobierno democrático, operó a diestra y sineistra contra los derechos humanos, para hablar del “mito de los desaparecidos” entre otros resabios de quienes defienden a genocidas. Pero esta vez se chocó de frente con el pueblo con Memoria, con la lucha que sigue de pie, y el “a dónde vayan…” que los persigue.
La Legislatura porteña, vergüenza democrática, organiza otro acto pro-genocida, con Fleitas siempre anfitriona, con Cecilia Pando, y la reivindicación de los que sueñan con Astiz, Donda, Britos, Mascote, y los genocidas que se reunieron con los diputados de LLA en Ezeiza, y todos los condenados por delitos de lesa humanidad, en libertad.
La pata civil del partido militar que organiza “actos”, que promueve al verdadero terrorismo, y que son escrachados como este ex carapintada, que quedó expuesto, calladito, y con el NUNCA MÁS en la frente, con todos los que ahí se abrazan a las peores mierdas de nuestra historia reciente.
Con un gobierno pro-genocidas, con una vicepresidenta formada en la escuela del terror por un violador serial como Alberto González, con un presidente que llama “excesos” al plan de exterminio, torturas, centros clandestinos, bebés robados, personas arrojadas vivas de los aviones, fusilamientos a menores de edad, entre millones de atrocidades que conocemos y otras que todavía no se saben del todo; la Legislatura del PRO les abre las puertas a todo este rejunte despreciable.
Por todo esto, porque la Memoria es nuestra identidad, porque la Verdad está en investigaciones y no en la confusión criminal, porque la Justicia es una lucha permanente, les gritamos una y mil veces más “a dónde vayan los iremos a buscar”, como a los nazis, como a las mierdas entre rejas que de ahí no saldrán jamás, y para que ni uno solo de estos miserables tenga voz en un espacio público.
Imagen: Guadalupe Lombardo
