Hace dos años que Javier Milei gobierna por twitter creando un mundo paralelo donde el país está perfecto, su Ministro de economía es el mejor del mundo, su hermana no recibe coimas y su inversión en obras es constante. Este es el mapa que subió a sus redes marcando una especie de cartografía de la desigualdad en América Latina que divide al territorio en dos. De un lado, los brillos, el dinero, la “modernización”, y del otro la pobreza, las favelas, los barrios populares.
El triunfo de Kast y la derecha en Chile, ayudan a este ideario que tiene Milei de convertirse en potencia en la región aunque la realidad dice otra cosa. No solo no inauguró ni un cordón cuneta, sino que milita la ausencia del Estado y la inversión en obras públicas. ¿Quién y con qué fondos construiría este país de las maravillas que habita en su cabeza? ¿Empresas privadas? ¿Sus amigos extractivistas con la guita del cobre que se van a llevar de Mendoza? ¿Los que contaminen el agua y nos dejen sin recursos?
Este gobierno vive en otro mundo mientras llena sus redes de estigmatización y racismo. Mientras tanto aprovechan estos discursos para que Ramiro Marra arme videitos tirando bombas a los barrios populares con la ilusión de que todo va a estar bien. Violencia es mentir y ellos lo saben bien.

