Con el poder transfemisnista, ese que llega desde lo más profundo, las mujeres y las diversidades nos organizamos y nos abrazamos en la lucha y en el cuidado de nuestros territorios. Nunca podrán avasallarnos cuando la fuerza de nuestros cuerpos se hace presente.
Nos tenemos porque nos queremos vivas, fuertes y resistiendo.
Retumban los pasos;
piel descalza sobre el fuego
y un corazón latiendo en el aguacero.
Caen las gotas .
Nos empapamos las manos
y sus grietas;
vamos formando el barro
vamos amasando la tierra,
retumban los gritos
bajo las mortaja de hierro,
tiemblan los candados,
queman las llaves del deseo.
Puertas al rojo vivo,
sangre antigua
y un tambor que anuncia el origen.
Brujas y desobedientes.
Mujeres salvajes
al rededor del nido
maleducadas
malhabladas
malparidas,
mal hecho carne
en el paraíso de los cobardes.
Somos hebras de raíz profunda
nos desparramamos por la hierba
como una peste sagrada.
Telas rajadas,
bordes de la lengua con llagas
úteros de cristal hechos cenizas
úteros de hielo hecho migajas.
Somos voces que vuelven en la noche
historias que hoy son volcán
y son lava
en los huesos
de las mujeres rebeldes.
Una poesía de Natalia Bericat
Registro de fotos: Doris Sanabria @ojonomade

























































































































































