Por Editorial Sudestada
El sionismo comenzó la “fase inicial de la ofensiva” genocida, dentro del plan de exterminio que lleva décadas, pero que desde el 7 de octubre de 2023 no cesó, y ahora con el apoyo del parlamento israelí y del imperio del norte, el ejército bombardea con la intención de arrasar con Gaza, dejando más de 60 muertos en cuestión de horas. De hecho, hablar de víctimas fatales a esta altura cuesta demasiado, porque en menos de dos años el sionismo asesinó a más de 60 mil palestinos -de los que se pudieron contabilizar- y mientras se escriben estas líneas, y ustedes las leen, más víctimas exponen la falta de humanidad de un mundo cómplice que ante semejante masacre, decide mirar para otro lado.
Miles y miles de palestinos intentan escapar, a la par que ya fueron bombardeadas más de 500 escuelas-refugio, que un niño es asesinado cada 10 minutos, que ya mataron a más menores de edad en un año que todos los conflictos bélicos y guerras en el mundo de los últimos seis años.
Fronteras cerradas, un pueblo contra el paredón, miseria, hambruna, cientos de miles de niños condenados a la muerte o a la desnutrición, e Israel avanza, el ejército aprieta el botón rojo -otra vez- y Gaza arde, pero esta noticia no forma parte de los titulares de los principales medios, porque la impunidad se logra con blindaje, y el genocidio se tapa con “conflicto” sin mostrar la sangre en las calles, ni el plan de exterminio que tiene nombre y apellido, junto con los EEUU que mete de lleno la cola roja y dice “mirar desde afuera”.
Más de 60 personas asesinadas en cuestión de horas, y se habla de cifras mayores, cuando los bombardeos continúan ahora mismo, los fusilamientos a civiles, un pueblo entero que resiste como puede, que intenta escapar, y que recibe la peor indiferencia de quienes han perdido la humanidad hace muchísimo tiempo.
Gaza arde, y el sionismo genocida muestra lo que se viene con esta “fase inicial” de una avanzada que hace temblar al planeta y a la parte del mundo que tiene humanidad y conciencia.
