Por Editorial Sudestada
Analizar la cadena nacional de Milei no merece ni tres líneas, mucho menos cuando vuelve a repetir lo mismo, cuando “anuncia” el mismo rumbo, el privilegio para las empresas, el privado como prioridad, el déficit como excusa, y el pedido a la gente -otra vez y otra vez- de que “hagamos que este esfuerzo valga la pena”. La bola para adelante, y no solo que ayer no se anunció ninguna medida puntual ni nada por el estilo, sino que replicó al Macri del 2018, y a él mismo durante estos dos años con el “lo peor ya pasó”.
Y el absurdo es tan grande que volvió a mencionar la “idea” de que “en 30 años seremos potencia mundial”, cuando la mitad del país es pobre, y un enorme porcentaje de la otra mitad tiene tres laburos para poder llegar a fin de mes, y el ajuste sigue siendo una “gestión” para el supuesto equilibrio mientras el choreo estatal abre todas las aristas posibles, con Karina, los Menem, este impresentable, y la runfla que hace campaña con el “por favor” para que alguien los vote en octubre.
Este es el presidente que tenemos, y que teclea en la Rosada, con una economía y un gobierno atadito entre alambres, a punto de detonar, y con la necedad de mantener firme el caballito de batalla como excusa ante todo el plan sistemático de miseria, el déficit. De seguir fomentando odio, de crear más confusiones, de intentar tapar el sol con la mano, sabiendo que el pueblo le empezó a dar la espalda, que del “apoyo de la gente” ya no pueden decir nada porque las urnas hablaron, y así -una a una- se van destapando los chamuyos de quienes hacen de la falsedad y la confusión un camino político.
Una cadena nacional sin anuncios, para repetir lo mismo de siempre, y “avisar” una vez más -como utiliza de manera permanente la ultraderecha argentina- el “lo peor ya pasó”. Porque primero eran seis meses, después ocho, después un años, ahora van dos, y le piden a la gente que “espere”, que “confíe” -como pedía Cavallo en el 2001- para llegar en el 2055 a ser Alemania. Parece un chiste pero este es el mensaje de un presidente en el peor momento del gobierno nacional.
