Por Editorial Sudestada
Luego de que el Senado le diera una paliza al gobierno nacional, con la aprobación de los proyectos del aumento para los jubilados, la movilidad, y la emergencia en discapacidad, el presidente oficializa otro veto del hambre, y ahora veremos cuántos “Kueider” sigue habiendo en el Congreso, si cambian de voto otra vez, y quién prende el “fueguito” en Olivos.
Quienes nos gobiernan desprecian al pueblo, a sus derechos, corren a un costado las necesidades de la gente, y desprecian también a la democracia. No es una opinión, es un dato concreto. Porque desde que asumieron la línea gubernamental se da entre decretos y vetos, cuando en el Congreso la transa no funciona, o cuando senadores y diputados le dan la espalda a la orden de La Rosada. Tan es así que el propio Milei festeja el seguir ajustando a jubilados, el expulsar la emergencia en discapacidad, y mostrar para quiénes realmente gobiernan. Como sucedió con el veto para desfinanciar a las universidades nacionales, o el veto anterior contra los jubilados que terminó en un asadito de festejo en Olivos.
Odian al pueblo, no así al Estado. Al Estado lo utilizan para el saqueo y beneficios personales, extranjeros, y empresariales. Por esta razón llegan los vetos del hambre para más ajuste mientras Petri sigue comprando aviones y armamento militar que junta polvo, Bullrich amplía los horizontes de persecución policial, la SIDE recibe sin escrúpulos miles de millones, y tanto la emergencia en discapacidad, como aumentar el bono de los jubilados de 70 lucas -congelado hace meses- a 110 mil, no cambia ni un solo número del agotado “déficit”. Esto no es por el “equilibrio” sino por la intención de anular al Estado como garante del bienestar social, y saquearnos mientras puedan.
El gobierno vuelve a vetar. Y una pregunta resuena en un Congreso demasiado grotesco… ¿se viene otro asado cruel en Olivos, o de a poco le van soltando la mano al presidente?
