“Renata y la fábrica de recuerdos”: memorias y objetos

¿De qué están hechos los recuerdos? De momentos, imágenes, sensaciones, gestos, miradas, palabras, objetos, afectos, aromas, sueños, luces y sombras.

Por Fernanda Felice

¿Cómo se construye la memoria? Como nos explica Jerome Bruner: “el relato es nuestro medio específicamente humano que nos permite poner en orden los acontecimientos del tiempo”. Por eso, las palabras son nuestras mejores aliadas. Palabras que nombran, narran, explican, dan testimonio. Palabras que nos cuentan quiénes somos y de dónde venimos. Palabras que se entrelazan para armar la trama de nuestra propia historia y de aquello que será nuestra memoria.

En este sentido, Cinwololo, la autora de este libro, relata la historia de Renata, una niña que tiene una caja muy valiosa en la guarda pequeños objetos. Lo hace con la ayuda de su madre. En esa caja, Renata guarda esos recuerdos, que nadie quiere olvidar, y también, algunos otros que duelen. Como dice la querida Graciela Montes, “recordar es bueno, porque hay cosas malas y tristes que no van a volver a suceder precisamente por eso, porque nos acordamos de ellas, porque no las echamos fuera de nuestra memoria”.

En los tiempos que corren, atestados de imágenes que circulan en las pantallas y las redes sociales, podemos caer en la trampa de creer que las infancias actuales cuentan con infinidad de registros (fotos y videos) que serán suficientes para construir su propia historia. Sin embargo, a través de las palabras y de los relatos compartidos, las niñas y los niños podrán ir poniéndole nombre a los acontecimientos vividos.

Cinwololo, a través de esta historia y sus bellas ilustraciones, nos invita a acompañar a las niñas y los niños en el desafío de descubrir de qué están hechos sus recuerdos, para que, cuando se vuelvan grandes, se conviertan en memoria.