Por Editorial Sudestada
“Creemos en la defensa de los derechos humanos y de los países libres”, afirma extrañamente Bullrich, que cada vez que fue Ministra -y en toda su carrera política de larga data- atentó contra los derechos de los pueblos. En 2001 al mando del Ministerio de Trabajo con desocupación y pobreza récord, “corralito”, helicóptero… en 2015 con Macri reprimiendo cada vez que podía y con dos asesinatos en la espalda: Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Ahora, jugando a distraer y confundir, asegura que esos “país libres” son Israel y EEUU y que “tienen valores compartidos con Argentina”.
¿Cuáles son esos valores, los de invadir, someter, empobrecer, asesinar, saquear recursos, y mostrar ser potencia a costa de millones y millones de personas desplazadas, ejecutadas, o corridas del mapa? Israel desde el 7 de octubre hasta la fecha -6 meses- asesinó alrededor de 35 mil palestinos, de los que el 80% son niños, niñas, mujeres y ancianos. Lleva adelante un plan de exterminio claro y concreto, una masacre diaria que ha dejado a 80 mil personas heridas -entre mutilados- y a millones de palestinos que hoy “viven” en situación de calle. Israel prohíbe -además- la entrada de alimentos, corta los servicios de electricidad y agua. Gaza hoy es una cárcel a cielo abierto entre bombardeos, ejecuciones, abusos de todo tipo, y 35 mil víctimas fatales. EEUU el “papá” protector, que de estas cifras en sus espaldas conoce y mucho.
Estos son los “valores” que el fascismo argentino comparte con los “poderes” de escudo bélico y mediático. Es por ello -consecuente con lo que son- que la “paz no es la posición”.
Acá se multiplica la pobreza y no se reparte un solo bolsón de comida. Todos los días más y más familias se quedan sin trabajo. No hay entrega de medicamentos. El hambre abunda y el gobierno siniestramente responde “no hay plata”. Sí la hay, pero para ayudar a Ucrania e “intervenir” en apoyo a Israel y los EEUU.
¿Qué es el fascismo sin las armas, la guerra, la confusión y la miseria?