La madrugada del 20 de mayo de 2019, cinco jóvenes salieron a dar una vuelta en el auto y una patrulla de la Bonaerense comenzó a seguirlos. Luego se sumaron otros dos móviles, que empezaron a dispararles al Fiat 147 Spazio en el que viajaban los amigos. El auto perdió el control y chocó contra un camión estacionado. Aníbal, Danilo, Gonzalo y Camila murieron, solo Rocío sobrevivió. Los mató la lógica delictiva de las fuerzas de “seguridad”, con autonomía total para decidir la vida y la muerte de nuestros pibes. Los mató un Estado que aplaude y estimula acciones de este tipo, felicita prácticas de “gatillo fácil” y respalda con impunidad los crímenes de los uniformados. En San Miguel del Monte, cinco familias todavía exigen justicia real por esa práctica criminal de la policía.
Desde Sudestada charlamos con Yani Zarzoso, mamá de #Camila, una de las cuatro víctimas de la masacre: “El primer año luego de la masacre lo viví con mucho dolor pero muy acompañada. También acompañando otras luchas, siempre movilizada y participando. Con la pandemia eso cambió, pero también sentía la necesidad de atravesar el proceso con mi familia y mis afectos más cercanos, además la terapia me ayudó mucho. Con el paso del tiempo fui reafirmando mí mirada sobre la policía, sus prácticas y la complicidad del estado, porque lamentablemente siguen matando pibes y pibas, eso no cambió. Pero también es frustrante eso de que es una estructura difícil de cambiar, pero más allá de eso, sigo luchando no solamente por la justicia para mí hija, sino para que no vuelva pasar nunca más”.
Zarzoso además habló del barrio y el rol de las fuerzas de seguridad: “Monte tuvo un cambio muy profundo pero a nivel social, porque antes la policía tenía el control del pueblo, se manejaba como quería con total impunidad. Todo el pueblo le tenía miedo a la policía, por eso jamás denunciaban todos sus excesos y manejos hasta que llegó la masacre de Monte. Eso sacó a la luz toda su impunidad y manejos oscuros. Monte aprendió a decirle basta a la policía”.
También, agregó: “La juventud siempre nos acompaña, en las plazas y en las marchas, siempre están. En las escuelas y sobre todo la secundaria los pibes y pibas trabajan este tema de la masacre de monte, y de la violencia institucional. Además gracias a la lucha y también a la Casa de Derechos Humanos se logró una ordenanza para que el 20 de mayo sea declarado un día de interés municipal.
A tres años del horror, la madre de Camila sigue luchando para que haya justicia. Los responsables políticos siguen sin ser imputados. “La consigna para estas fechas mientras esperamos el juicio contra todos los imputados es que sin perpetua no hay justicia. Consideramos que es lo que se merecen, una condena ejemplar”, expresó Yanina.