El 17 de agosto del 93, la policía bonaerense lo hizo desaparecer
Utilizar la memoria como instrumento no deja de ser un gesto vivo de rebeldía, una suerte de recurso mínimo por estos tiempos que corren. Miguel Bru seguramente tendría en su poder el título de Licenciado en Periodismo que otorga la Universidad Nacional de La Plata y andaría algo angustiado por la falta de trabajo, las pésimas condiciones laborales, y la realidad política. Quizás también charlaría con sus amigos sobre sus deseos y sus frustraciones, y compartiría con su familia muchos de sus proyectos. Pero Miguel no está. Ese camino signado de contratiempos y satisfacciones que nunca pudo recorrer se truncó el 17 de agosto de 1993, cuando algunos fieles representantes de la policía bonaerense decidieron apartarlo de la ruta. Y Miguel no apareció más. En un país de 30.000 olvidos impunes, el de Miguel fue otro doloroso eslabón en una cadena interminable. Y la verdad, no alcanzan las manos para sostener tantas memorias necesarias por aquí. Una más. Tampoco ayudaron mucho los que años después ignoran la violencia de la fecha y no dicen nada. Ni siquiera aquellos que lo ignoraron por su condición de no afiliado, que le negaron hasta un simple “No se olviden de Miguel” por ser estudiante, como todavía hoy siguen mirando para otro lado cuando se explota a los pasantes en las redacciones y en otros ámbitos laborales.
¿Qué puede leerse hoy en los medios sobre Miguel? ¿Dónde es posible hallar alguna mínima reseña de su historia truncada por los asesinos de uniforme que siguen cargándose jóvenes a puro gatillo fácil? Nada, como la historia Walter Bulacio, la de los pibes de Budge y Floresta, la de Ezequiel Demonty, la de Maxi Kosteki y Darío Santillán y la de tantos otros más muertos en democracia. Andarán por ahí también muy tranquilos sus asesinos, en cualquiera de las calles de la provincia, de civil o de uniforme. Todos muy parecidos entre sí.
Miguel no está, y no podemos conformarnos con escribir, una vez más y preguntarnos: ¿Dónde está Miguel Bru? Desaparecido el 17 de agosto de 1993.